viernes, 19 de diciembre de 2014

Esa gente tóxica -Editorial para The Yucatan Times-

Esa gente tóxica
-Editorial para The Yucatan Times-

Todos conocemos al menos a uno. Esa persona que parece disfrutar de la miseria, la angustia, la amargura o la inestabilidad de los demás. Esa persona a quién cuando saludas en la calle o una reunión social -“¿hola cómo estás?”- Viene siempre una respuesta que va desde un simple -“No muy bien”- a un -“¿Haz subido de peso?”- o una desagradable historia sobre alguien que conocemos en común.
A esas personas tóxicas, en lo general, de una u otra forma los podemos evitar, sin embargo, el verdadero problema llega cuando la toxicidad viene de alguien sumamente próximo, como una amistad o un miembro de nuestra familia y dado que estamos en fechas de celebración, lo más probable es que tengamos que verlos, soportarlos o lo que es peor, caer en su juego, dejándonos arrastrar por la negatividad que emanan.
Pocas cosas son tan desagradables e incluso dolorosas como cuando nuestra propia familia o una amistad cercana son nuestros más implacables críticos y enemigos anímicos.

Por lo anterior, utilizando el método filosófico de la observación  he creado una pequeña pero eficiente lista de “especies” a evitar y las he categorizado según mi propio criterio científico que no tiene validez alguna. Esas personas son:

1.- EI (La) odia-todo.
Aquella persona que odia las fiestas decembrinas, patrias, festivales, carnaval (bien, acepto que yo odiaba el carnaval cuando estaba en Paseo Montejo pero ese es otro tema…) finales de fútbol, béisbol, evento cívico o social y que siempre tiene un comentario, en términos generales nada agradable para la gente que a diferencia de él o ella, encuentra la manera de pasarlo bien. Esta especie, por lo general, es endémica de la barra o lugar donde se encuentre el alcohol.

2.- El (La) Olímpico(a)
Aquella persona que sin importar lo que uno le cuente, él o ella ha vivido una experiencia o ha estado en una situación, SIEMPRE mejor o peor, pero SIEMPRE más grande que la que la que uno comparte. Si uno comenta que cocinando la cena de navidad se quemó el dedo, El/La Olímpico(a) responderá:
-Si tú supieras… ¡Yo me quemé la mano completa!...- Arrancándose con su historia, siempre grandilocuente, pomposa y mayor que uno estaba conversando. A esta especie, la encontramos en múltiples hábitats, siendo su favorito el Facebook donde por lo general, es lugar de sus múltiples discusiones bizantinas o intercambios de experiencias.

3.- La víctima.
Para esta persona todo está mal, todo es un problema, la situación está enconada, difícil, estéril. Este tipo de persona disfruta, quizá no de una manera consiente,  que los demás sientan pena, lástima, compasión o algo por el estilo hacia su persona. La realidad es que en términos generales, a todos ¡nos vale madre! Y no es falta de empatía, simplemente que todos ya de por sí tenemos problemas para además soplarnos los de otros.
En su muro de Facebook, encontrarás posteos acerca de lo triste que se encuentra, una selfie donde sale HORROSO(A) esperando que alguien le ponga -“Amigo(a) que bien te ves”- cuando todos, TODOS sabemos que nadie lo(a) tocarías ni con la mano de su enemigo.

4.- El/La Piadoso(a)
Siempre iniciando su punto con un: “Oye… me enteré que las cosas no han estado muy bien” “Siento muchísimo que hayas perdido tu trabajo” o cualquier cosa comparativa nunca positiva del tipo: - “Tu hermano, primo, suegro, entenado etc… tan exitoso y tú siendo tan buena persona, pasándola tan duro”- o lo que sea que haya acontecido en tu vida y que sabe de oídas. Esta especie es muy fácil de reconocer de tal forma que uno puede emprender la graciosa huída ya que es de quién recibes, por mail o Whattsapp esa cadena de “Los milagros de la Reliquia del Santo Prepucio de Jesús” que no puedes romper (so pena que si no lo mandas a todos tus contactos, TODAS las maldiciones habidas y por haber caerán en ti) ya que es para acabar con el hambre de los niños en África. En su Facebook postea cosas como: “Si crees que Cristo te ama, dame like” o en su defecto, subirá algo relacionado con la niña Elisa en la versión mexicana (Elisé en la francesa) a la que secuestraron en 2003, que en la versión 2007 necesita un riñón o que en la versión del 2009 la usaron para acarrear droga (siempre la misma foto).
Está a favor de los animales (digo yo también, pero no tapizo mi muro) y organizaciones pro perros, gatos, delfines, ballenas, focas, toros, loros, tigres, leones o niños maltratados Es la primera persona en ir a misa los domingos y hablar de la caridad cristiana para darse vuelta y lo que sea le hayas contado, lo convierta en toda una historia… la nueva versión de “Titanic”.
 
5.- El (La) Informado(a).
Nadie sabe más, conoce más o está mejor enterado de la vida, obra y milagro de la familia, cuadra, escuela, sociedad de padres de familia negocio, iglesia, club social y gimnasio que él(la) informado(a).
Su frase favorita es siempre: “¿Te enteraste/sabías que?”... y va el cúmulo de información no solicitado de las desgracias, arrumacos y encamadas (o descamadas) divorcios, arrejuntes, quiebres o tribulaciones de la gente que conocen en común o no… El punto es “enterarte” que no es lo mismo que ser chismoso. Esta especie se maneja por Whattsapp y privados de Facebook o Twitter ya que es renuente a obrar abiertamente.

Por lo anterior, en lo personal, he decidido dos cosas.
La primera, es que si soy uno de los antes mencionados, es momento de dejar de serlo.
Segundo. En esta navidad y lo sucesivo, si cualquiera de los anteriores me trata de enganchar, sin importar si es mi cuate, amigo, compadre, vecino, hermano, pariente lejano, socio, amigo o incluso mi padre confesor… No entraré en conflicto. Simplemente daré la media vuelta y sin mediar palabra me iré a otro lugar, ya que a mis 43 años recién cumplidos, he aprendido que uno no puede compartir sus grandes sueños con gente de mente chiquita ya que no encajará y tampoco puede uno permitir ser contaminado por gente que se nutre de lo malo que a uno deja.

A esa gente, es momento de sacarlos de nuestras vidas… O al menos yo, de la mía.

¡Feliz navidad a todos!

José Eugenio Urioste Palomeque

The Yucatan Times

jueves, 13 de noviembre de 2014

Por las calles de la Habana - Editorial para The Yucatan Times-

Hace mucho tiempo, alguien amablemente compartió conmigo una supuesta entrevista con Ernest Hemingway en la que expresó sus sentimientos acerca de los cubanos. Palabras más o menos decía lo siguiente:
-¿Por qué vive en Cuba?¿Que opina de los cubanos?-
 Su respuesta fue la siguiente:
-"Ah.... los cubanos”- (suspira)
“Los cubanos están en todo pero no son de nadie. Ni de ellos mismos. Beben en la misma copa de la alegría que de la amargura y hacen música de su llanto y se ríen de la música. Toman en serio los chistes y hacen chistes de lo serio. No creen en nadie y creen en todo. No se le ocurra nunca discutir con ellos jamás, los cubanos nacen con sabiduría. No necesitan leer libros, todo lo saben. No necesitan viajar, todo lo han visto. Son algo así como el pueblo escogido... por ellos mismos.
Los cubanos se caracterizan individualmente por su simpatía e inteligencia y en grupos, por su gritería y apasionamiento. Cada uno de ellos lleva en sí la chispa de los genios y los genios no se llevan bien entre sí, de ahí que reunir a los cubanos es fácil, pero unirlos es casi imposible.
No se les hable de lógica, pues eso implica razonamiento y mesura y los cubanos son hiperbólicos y exagerados. Por ejemplo, si invitan a uno a un restaurante a comer, no le llevan al mejor restaurante del pueblo sino al mejor restaurante del mundo.
 Cuando discuten no dicen: No estoy de acuerdo contigo; sino: Estás completamente equivocado.
 Los cubanos aman tanto la contradicción que llaman "monstruos" a las mujeres hermosas y "bárbaros" a los eruditos. Ofrecen soluciones antes de saber el problema ya que para ellos no hay problema. Todos saben lo que hay que hacer para eliminar el terrorismo, encauzar al país, eliminar el hambre, pagar la deuda externa o cómo llegar a ser una potencia mundial.
Ellos no entienden por qué los demás no les entienden, cuando sus ideas son tan sencillas y no acaban de entender, por qué la gente no quiere aprender a hablar español como ellos.
Me encanta Cuba por su gente.”-

No sé si dicho texto es real o no. Ni siquiera importa ya que era como leer acerca de mi propia familia.
Puesto que soy descendiente de cubanos, por ambos lados de mi familia, decidí que quería ver la Habana a través de los ojos de Hemingway y entender de dónde vino el amor por su segunda "patria".
Quería descubrir el sabor del aguacate, la piña y el mango de la forma en que él lo describió en su artículo publicado para la revista "Esquire" en el otoño de 1933.
Quería desayunar en uno de los cafés favoritos de "Papa Hemingway" en el centro de La Habana o caminar a lo largo del muelle en San Francisco, donde paraba su barco "Anita". Así que lo hice.
Fui de arriba a abajo; por dentro y por fuera, lugar por lugar... El Barrio Chino, Víbora Park, Santa Amalia, 10 de Octubre, Fontanar y Miramar, lo viejo y lo nuevo. Caminé la calle de San Isidro, el barrio de Atarés, los muelles y las colinas de Casablanca.
Crucé la bahía a pesar de la rigurosa seguridad del Estado opresivo, que controla el ir y venir de los barcos, así como aquellos que viajan a través, y pese a regaños y prohibiciones tomé fotografías.
En la orilla, me tomo una respiración profunda, y el olor de la arena y mar entra a mis pulmones, acompañados por el ritmo y la melodía de las olas rompiendo contra las rocas del embarcadero, salpicando su fresco rocío en mi cara y la lente.
Allí mismo, delante de mí, tras un muro no muy distinto al otrora de Berlín, la pretérita iglesia de "Regla", con su pintoresco parque y casas dispersas, arropadas por sus elevaciones adyacentes como lo hace una manta suave y esponjosa.
Me gusta hablar, hacer preguntas. Soy curioso por naturaleza y dentro de mí vive una bestia de gran apetito por la comprensión y el conocimiento. Este monstruo desea saber más, y yo siendo débil, sucumbo a su voluntad por lo que debe ser alimentado.
Sostengo diálogos intensos e interesantes con extraños a quienes nunca volveré a ver – Y cuentan con ello.- Por lo que se abren y confiesan, siendo entonces cuando las verdades son mejor articuladas. Claramente hablado... la triste realidad de Cuba se hace más evidente.
Muchos de ellos no saben que existe algo mejor, aquellos que si lo saben, nada pueden si no tienen como conseguirlo, por ende nada que hacer al respecto; aquellos que pueden, porque tienen algún tipo de medio para pagar por ciertas cosas, no siempre las pueden conseguir porque no siempre hay disponible. Así que, como Doña Evangelina me dijo: "aquí to´o está jodido"- (SIC)
De vuelta en las calles, caminando mi camino, llego al Vedado, a "Paseo" la calle donde vivían mi padre y el resto de la familia antes de salir de su país de origen a causa de la revolución. Contemplo la magnificencia de su entorno. Sus colores, su arquitectura, su lujo que sólo es comparable con la belleza y majestuosidad del Paseo Montejo en Mérida Yucatán.
Cierro los ojos y por un breve, fugaz momento. Viene una imagen, una idea; el pensamiento de cómo esta ciudad debe haber sido en su época de oro, en el momento de la opulencia y la libertad. No puedo evitar preguntarme qué habría sido de Cuba sin revolución.
Mucho es todavía desconocido para mí, pero estoy descubriendo cómo el pasado y el presente se encuentran y colisionan en un silencio por demás escandaloso, que sobrepasa a la mentira oficialista. Comprendo menos y me cuestiono aún más. Cuestiono la forma en que he vivido, cómo solía entender la vida... Hasta ahora.
La Habana es esa mezcla de lo que es, con lo que era. Su gente es feliz y agradecida de tener una barra de pan para el día, un aguacate o un dulce como postre. Aprecian lo que nosotros damos por sentado. Los que vivieron lo bueno, el entonces, recuerdan el pasado como una fábula, como una historia de algún otro lugar.
- "Son más de 50 años desde el triunfo de la Revolución" - dice Luis, de 48 años, casado y con dos hijas, doctor en economía que nunca conoció la Cuba de ayer. Sólo a través de anécdotas o la historia oficial del Estado. Cuando ejercía su profesión, obtenía un sueldo aproximado de $50 dólares americanos al mes. Ahora que Luis dirige un lugar turístico, gana entre sueldo y propinas cerca de $600 dólares mensuales que le han permitido una mejor calidad de vida para él y su familia.
Si la "máquina" o “goma” de Luis (así es como le llaman al automóvil y neumático) se rompe o pincha se mueve, busca como y recibe una reparación. Lo mismo aplica a casi cualquier elemento cotidiano. A diferencia de nosotros, ellos hacen que funcione.
Nosotros nos hemos convertido en una sociedad inútil, malcriada y consumista que afortunadamente tiene todo a mano. Hemos dejado de valorar las cosas y tomamos todo por sentado. Tenemos la suerte de no saber lo que la palabra "necesidad" realmente significa.

El neumático se ha ido, no es gran cosa, compramos uno nuevo, algo se rompe, simplemente lo reemplazamos. Es así de simple. Todo nuevo, todo reemplazable. Todo se compra y se vende. Eso incluye almas y voluntades, si el precio es correcto… pero eso es aquí y en Cuba.

Me voy de La Habana y me llevo conmigo su olor. Una mezcla de humo de tabaco, ron, café tostado, salitre y humedad. Me llevo sus imágenes como una pintura que esconde entre sus líneas y colores, amor compartido, sexo furtivo, soledad, necesidad y dolor sepultados detrás de una sonrisa, un brindis y un bolero.

Aquí, el tiempo cruel duro e implacable pasa para todos, pero no en Cuba, donde es igual de feroz y despiadado, solo que ahí no pasa, ahí se ha detenido.
  

José E. Urioste
jeuriostep@hotmail.com
Nov-14-2014
Mérida Yucatan, México





































viernes, 24 de octubre de 2014

"La moral… ese árbol que da moras". - EDITORIAL PARA EL PERIODICO THE YUCATAN TIMES -

 - EDITORIAL PARA EL PERIODICO THE YUCATAN TIMES -

“Cuando uno advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar sin temor a equivocarse, que la sociedad está condenada."

Esto fue escrito en 1950 por Alisa Zinóvievna Rosenbaum también conocida como Ayn Rand, nacida en San Petersburgo, otrora imperio ruso, un 2 de febrero de 1905 y ampliamente conocida por haber escrito “El manantial” y “La rebelión de Atlas” así como por haber desarrollado un sistema filosófico al que denominó «objetivismo» mismo que defendía el egoísmo racional, el individualismo, y el capitalismo “laissez faire” (cuya traducción significa “dejar hacer, dejar pasar”) y que en términos generales se refiere a la libertad en la economía. Es decir: libre mercado, libre manufactura, bajos impuestos, libre mercado laboral y mínima intervención por parte del gobierno.

Hoy podemos observar, 64 años después, que estas palabras aplican más que nunca. En México, somos rehenes del gobierno. Un gobierno que sin importar de que partido político emane, el resultado es exactamente el mismo. Para producir algo, se necesita obtener autorización de quienes no producen nada, el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores, los nuevos millonarios de México no lo son gracias a la industria, la tecnología, manufactura. No, las fortunas de la nueva clase de ricos de México, en su gran mayoría políticos, viene del soborno y tráfico de influencias más que por el trabajo, y lo más triste, es que las leyes no solo no nos protegen de ellos sino, por el contrario, ellos están protegidos contra nosotros, gracias a algo llamado “fuero constitucional” que los exime de ser detenidos o presos, excepto en los casos que determinan las leyes, o procesados y juzgados sin previa autorización del órgano legislativo al que pertenecen, lo cual nos lleva a la corrupción, misma que es bien pagada. 
Mientras tanto, nos encontramos con un país que sigue sufriendo de una violencia que no cesa ni da tregua, un absoluto estado de zozobra en lo económico, laboral y de seguridad pública. Tenemos cientos de desaparecidos TODOS LOS DIAS... aparte de los normalistas desaparecidos, que no serán encontrados por mucho que el Presidente diga que comparte la indignación de la gente de México y que la prioridad de su gobierno sea encontrarlos. 
Tenemos empresarios de todos los rubros buscando la manera de sobrellevar la crisis en la que nos encontramos, haciendo malabares para evitar despedir empleados y tratando de luchar contra reformas que hasta ahora no tienen ni pies ni cabeza aunque eso sí, el gabinete entero del Presidente y varios gobernadores dicen lo contrario. Para ellos estamos muy bien, “fais fais, beri gut, beri fain” en un inglés que dista mucho de ser oxfordiano. Luego les contaré acerca de Mérida y la burbuja que pronto reventará.

En palabras de Gonzalo N. Santos -"El Alazán Tostado"- hoy más que nunca en México podemos decir que: "La moral… es un árbol que da moras".

Mérida Yucatán, México
Octubre 24 de 2014

José Eugenio Urioste-Palomeque
jeuriostep@hotmail.com


martes, 14 de octubre de 2014

Three rocks of ice, two fingers of "Jack" and a splash of water

Three ice-cubes, two fingers of "Jack" and a splash of water.
His right hand gently held the "old fashioned" glass from below, preferably with a linen napkin, but he wouldn’t drink it immediately after it was poured. He liked to let the drink sit for a while for the flavors to blend. In his other hand, an unfiltered Camel cigarette, and in front of him, a Neumann U47 microphone he made love to with each song.
In the lobby there is an uneasy silence; in the darkness the public waits impatiently as the spotlights hit the stage.
I can see the scene in my mind, feel the atmosphere, savor the taste of that Jack Daniel ́s served to his exact taste, the smell of the cigarettes and suddenly, the silence breaks with the first harmonies of the brass and percussion sections revealing what is about to come, the entry of the voice... not just any voice –THE VOICE! – The Chairman of the Board, Ol ́ Blue Eyes... Frank Sinatra.

I love Frank ́s music because even in its melancholy he always sings about hope, about never giving up... there is always a positive message and there is always a reason to live. Maybe that is why his music has transcended musical genres, borders, languages, and generations and is still as relevant as when he was alive.

Robert Bisaccia, also known as Bobby Cabert, a childhood friend of Joe Pesci and the person who inspired his role in the movie "Goodfellas", had been an accomplished boxer before joining the mafia, where he rose to the position of “capo” in the Gambino family. Bobby had been convicted and was doing life for first-degree murder, but he fought that legal battle like it was his first time, as if this was his first day in prison, as if there was hope. Whenever Bisaccia felt sad or discouraged, he turned to Frank's music to lift his spirits and prepared to do battle once more. His favorite phrase was: “When the bell rings, you better get out there and fight.” 

Robert Bisaccia died in prison but never, never, ceased to fight, never ever, gave up, and never ever stopped listening to Frank. 

As I put three ice-cubes, two fingers of Jack and a splash of water in my "old fashioned" glass, I let the drink sit for a bit, not much, just enough for the flavors to blend properly, while my old record player breaks the silence with the first harmonies of the brass and percussion sections revealing what is about to come, the entry of the voice ... not just any voice  –THE VOICE! –  The Chairman of the Board, Ol ́ Blue Eyes... Frank Sinatra.
As I enjoy both Jack and Frank, I recall Robert Bisaccia alias Bobby Cabert’s favorite phase: “When the bell rings, you better get out there and fight.”



lunes, 13 de octubre de 2014

Tres rocas de hielo, dos dedos de “Jack” y un chorrito de agua.

Tres rocas de hielo, dos dedos de “Jack” y un chorrito de agua.
Mientras con la mano derecha, suavemente sujetaba su vaso “old fashioned”, desde abajo, con una servilleta preferiblemente de lino, lo dejaba reposar ya que no le gustaba beber inmediatamente después de vertido. Gozaba hacerlo respirar durante un rato, no mucho, pero si lo suficiente para que los sabores se mezclen correctamente. En la otra mano, un humeante cigarrillo Camel sin filtro y frente a él, un micrófono Neumann U47 al que hacía el amor con cada nota cantada. 
En el salón, todo un silencio inquieto, en la oscuridad un público espera impaciente mientras los reflectores apuntan al escenario.
Puedo ver la escena en mi mente, respirar el ambiente, paladear el sabor del Jack Daniel´s servido a su gusto, el olor de ese cigarrillo y como se rompe súbitamente el silencio con los primeros acordes de la sección de viento y percusión que anuncian la entrada de la voz… no cualquier voz... 
-¡LA VOZ!- El Presidente del Consejo, El viejo de los Ojos Azules…  Frank Sinatra.

Amo la música de Frank porque aún en la tristeza o melancolía de sus canciones, siempre canta que nunca hay que renunciar, que siempre hay motivos de por qué vivir.
Su música ha traspasado géneros musicales, fronteras, lenguajes, generaciones y sigue tan vigente como cuando en vida.
Cuenta la historia que Robert Bisaccia, también conocido como Bobby Cabert, amigo de la infancia de Joe Pesci y de quien se inspiró para su rol en la película “Goodfellas” de joven había sido un excelente boxeador, antes de integrarse a la mafia, donde escaló hasta la importante posición de capo de la familia Gambino.
Bobby fue apresado y cumplía una sentencia “de por vida” por homicidio en primer grado y sin embargo, daba la batalla legal como si fuera la primera vez, como si ese fuese su primer día en prisión, como si hubiese esperanza. Cada vez que Bisaccia se sentía triste o desanimado, recurría a la música de Frank para levantar el ánimo y de nuevo prepararse para dar la batalla. Su frase favorita era:
-Cuando la campana suena, más vale salir a dar la pelea.-
Robert Bisaccia alias Bobby Cabert murió en prisión pero nunca, nunca, nunca, dejó de dar la pelea, nunca, nunca, nunca se rindió y nunca dejó de escuchar a Frank. 

Tres rocas de hielo, dos dedos de “Jack” con un chorrito de agua y lo dejo reposar y respirar durante un rato, no mucho, pero si el suficiente para que los sabores se mezclen correctamente, mientras de mi viejo tocadiscos, se rompe súbitamente el silencio con los primeros acordes de la sección de viento y percusión que anuncian la entrada de la voz… no cualquier voz -¡LA VOZ!- El Presidente del Consejo, El viejo de los Ojos Azules…  Frank Sinatra.
Mientras disfruto de ambos, como Bisaccia, me digo a mi mismo:
-Cuando la campana suena, más te vale salir a dar la pelea.- 

Octubre 13 de 2014
Editorial para:
www.theyucatantimes.com

sábado, 31 de mayo de 2014

Luz y tinieblas

Quisiera acompañar el raudo vuelo 

del ave que se eleva a lo infinito
y proclamar allí, en potente grito
mi dolor y mi duelo.

Y al desahogar todo el dolor que encierra
mi pobre pecho adolorido y exhausto
descender velozmente de lo alto
y hundirme en las entrañas de la tierra.

Chiqui Gómez-Lubián Urioste
Marzo de 1955.


ADIOS

No pienses más en mí, soy sólo un hombre 

que busca su ideal desesperado,
que vaga solo repitiendo un nombre
y que no puede amar sin ser amado.

Perdóname el dolor que te provoco,
perdóname las falsas ilusiones
olvídate del beso tonto y loco
que acercó tanto nuestros corazones.

Terminemos así, con un suspiro,
como quien cierra un libro de poesía
que lo olvida después que lo ha leído
y se ha embriagado con su fantasía.

Es necesario terminar así,
sacudir el letargo de ese ensueño,
tú jamás te acordarás de mí…
yo seguiré el camino en pos de un sueño..

Chiqui Gómez-Lubián Urioste 1955

La dama blanca


La dama blanca besó mi frente
con beso casto, beso de hermano.
Besa la frente, la dama blanca
A los que deben morir temprano.

La sombra juega con mis cabellos,
pasa por ellos su negra mano,
con los cabellos juega la sombra
de los que deben morir temprano.

Extraña ansia siento en mi pecho,
mi mente intenta buscar en vano,
siento en mi pecho la extraña ansia
de los que deben morir temprano.

Nada me importa lo que suceda
de todo ello me siento ufano,
¡Lo que suceda que les importa
a los que deben morir temprano!

Chiqui Gómez-Lubian Urioste (+) 28 de mayo de 1957Agustín Gomez-Lubian Urioste

EL MISTERIOSO SEÑOR MARTINEZ

Hace unos días en una conversación me hicieron la clásica pregunta: Si pudieses tener la oportunidad de conocer un personaje, vivo o muerto y conversar con él ¿Quién sería?

Mi respuesta, David Martínez Guzmán dejó a los presentes desconcertados.
Su nombre, significa incógnita. No se sabe gran cosa de él aparte de ser uno de los financieros más importantes del mundo. Un hombre con gran capacidad de negociar siempre en búsqueda de una solución y que “Cuando da su palabra, no hace falta firmar nada”… En palabras del hombre que fue su mano derecha, Julio Herrera, actualmente en Oak tree Investments LLC.
 Pero ¿quién es este hombre?
Su nombre es David Martínez Guzmán, regiomontano de nacimiento y educado entre el Instituto Irlandés de Monterrey, el “Tec” y Harvard.
Cuenta la leyenda que trató de emplearse en varias de las más renombradas empresas regiomontanas siendo rechazado una y otra vez por qué en las pruebas hechas por estas, no consideraban que su personalidad fuese la “ideal”  para lo que estas compañías estaban buscando en cuanto a su capital humano. Para David Martínez estaba claro que no había un gran futuro profesional en Monterrey  por lo que consiguió un préstamo de un amigo de su padre para estudiar una maestría en Harvard y otro préstamo, una vez terminados  sus estudios, esta vez de su abuela y emprendió el viaje a Nueva York. En solo unos meses pagó los préstamos de vuelta con todo e intereses y jamás volteó a ver atrás.
Su nombre se ha filtrado a los medios en unas cuantas de ocasiones. Cuando lo relacionaron con la compra de la “Pintura Número 5” un cuadro abstracto del pintor Jackson Pollock que se vendió en subasta por 140 millones de dólares y cuando en 2004  su empresa, Fintech Media LLC, filial de Fintech Advisory, compró Cablevisión de Argentina en circunstancias poco claras que derivaron en acusaciones y juicios.
No se sabe mucho más de este hombre aparte de lo siguiente:
Sin importar donde esté en el mundo cada navidad regresa a casa para la cena con su madre y sus hermanas a quienes mes con mes, les hace llegar una generosa mesada, viaja en aerolíneas comerciales ya que no posee un avión propio, no usa equipo de guardaespaldas y cuando está en Nueva York en su departamento de Manhattan en  las sumamente exclusivas Torres Warner en la esquina suroeste del Central Park, adornando el lobby una monumental escultura de Botero y por el que pagó un precio de 42.7 millones de dólares, sale a caminar solo.
Actualmente vive en Londres ya naturalizado ciudadano inglés y muchos lo acusan de ser un oportunista que maneja “fondos buitres” que son aquellos que como los zopilotes, revolotean sobre empresas a punto de la muerte para entrar y adquirir a precios muy bajos para luego corporativamente resolver los problemas financieros y revenderlas ganando con márgenes sumamente atractivos. Capitalismo en su máxima expresión, sin embargo, Julio Herrera, dijo en una entrevista que ellos no son buitres, ni holdouts. Catalogan su empresa como un value investor o inversionista de valores con fondos privados que da liquidez a fondos o inversionistas. En pocas palabras inversionistas a plazo, dependiendo de cada situación. Un ejemplo de esto fue la compra de los pasivos de CYDSA, empresa regiomontana de la familia González Sada  que por cierto fuese una de aquellas compañías que le negó a Martínez la oportunidad de empleo en su juventud.
Se dice que su virtuosidad en el mundo del dinero es tan grande que David Martínez fue el autor de la renegociación de la deuda de Brasil que le demoró tan solo dos horas y ganó una comisión de 40 millones de dólares.
En definitiva lo reitero, si pudiese tener la oportunidad de conocer un personaje, vivo o muerto y conversar con él, este, sería el misterioso señor Martínez.

José E. Urioste Palomeque
jeuriostep@hotmail.com
Publicado por Diario de Yucatán
Agosto 24 de 2012

¡Mamá eres una estúpida! (editorial para el periódico The Yucatan Times)

Ayer por la noche, camino a mi casa paré en el Oxxo al lado del Cumbres a comprar unas cosas, en la caja mientras pagaba, escuché los gritos de un niño. Volteé a ver para encontrarme a una joven señora con la mortificación y vergüenza en el rostro, ya que en ese preciso momento en que dijo no a su hijo, por lo que fuese que este quisiese comprar, visiblemente agitado por la negativa le gritaba a su mamá “Estúpida”.

No pude sino sentir pena ajena por esa mujer, que no hizo absolutamente nada ante el fúrico embate de su hijo por pena o por ser creyente de esta, a mi ver, estúpida manera de pensar de la nueva generación de padres que no creen en la nalgada a tiempo y pretenden criar hijos que puedan diferenciar lo correcto de lo incorrecto con palabras que significan menos que nada para un infante por la simple razón que sus en esa etapa de inmadurez de sus vidas esas palabras carecen de significado entendible. La razón es simple:
De acuerdo a los estudios del neurocientífico norteamericano, Dr. Paul D. MacLean, en esencia, el cerebro humano consta de tres formaciones que incluso podríamos decir que funcionan como cerebros independientes. Cada uno de estos posee su propia “naturaleza” es decir su inteligencia natural y forma su propia subjetividad individual, sentidos de espacio-tiempo, recuerdo y memoria entre otras miles de funciones. Estos tres “cerebros” son el reptiliano, el límbico y el neocórtex, interconectados a nivel neuronal y bioquímico, controlando cada uno diferentes funciones de nuestro cuerpo y por supuesto de nuestro proceso de pensamiento, mente y aprendizaje.
El  cerebro reptiliano regula las funciones fisiológicas involuntarias y es el responsable de la parte más primitiva de reflejo-respuestaNo piensa, no alberga ni siente emociones, simplemente actúa. A este le debemos el parpadear, respirar, nuestra temperatura, el hambreo la sed y los impulsos sexuales reproductivos por nombrar algunos.
Por encima del reptiliano, tenemos el sistema límbico, que es aquel que almacena y guarda de nuestras emociones y recuerdos. En este se encuentra una amígdala, considerada la base de la memoria afectiva y entre sus funciones y motivaciones el miedo, la cólera, el amor y/o amistad por nombrar unas de sus funciones.
Por último, tenemos el neocórtex o “cerebro racional” que es quien permite tener conciencia absoluta y control de nuestras emociones, a la vez que desarrolla las capacidades cognoscitivas como: memorización, concentración, introspección, resolución de problemas, entre ellos la habilidad de escoger el comportamiento adecuado tanto a nivel fisiológico como emocional en el momento correcto. Para explicarme mejor, estos cerebros se agrupan en el primer y el segundo cerebro y se les conoce como “cerebro emocional inconsciente”; y al tercero, como “cerebro racional consciente”.
Regresemos a la mujer del Oxxo. Si yo hubiese llamado a mi madre estúpida, la respuesta de esta hubiese sido una buena nalgada o en su defecto una bofetada que quedaría perfectamente almacenada en mi primer y segundo cerebro, que es el emocional inconsciente. La siguiente vez que mi madre me diga no a algo, quizá me causaría molestia pero mi segundo cerebro, el límbico iniciaría un proceso de recuerdo de lo acontecido y mi primer cerebro el reptil, que no alberga ni siente emociones y simplemente actúa, lo haría en consecuencia. Es decir, no se repetiría un episodio como este dado que ya sé cómo terminará la historia. Lo aprenderé muy bien y cuando crezca y lo pueda razonar entenderé a la perfección porqué mi madre actuó de esa manera.
Si ella no actúa y lo deja pasar, en mis cerebros se grabarán toda clase de cosas que harán que yo sienta que me merezco todo, creará en mi un patrón de egocentrismo absoluto y por lo general, muy poca empatía con el mundo que me rodea.
Lamentablemente, actualmente podemos ver un fuerte patrón en esta generación de padres… “Yo no creo en agredir a mis hijos” “Yo no creo que la violencia sea una forma de educación” Y es correcto, se puede educar con firmeza y en efecto, la agresión y la violencia no son opción pero ¡hay que educar!... Qué equivocados están aquellos que confunden una cosa con otra.
Hoy vemos a una generación alejada de aquellos valores de respeto y educación que nos fueron inculcados por nuestros padres. Hoy los jóvenes llaman a los padres de sus amigos y amigas por su primer nombre… -¡“Hola Pedro”!-
Muy pocos mantienen la cortesía de llamar a las personas mayores por “señor o señora” y ni que decir de ceder una silla a una dama que se encuentra de pie.
¿Qué mundo les espera a nuestros hijos? ¿Un mundo donde impera la fuerza y donde eres tratado por lo que tienes y no por lo que eres? Si es así y tengo vida para entonces, creo que preferiré irme a vivir a una isla en medio de la nada.
Para aquellos que dicen: “Es que se están perdiendo los valores” quisiese responderles:  -No, los valores no se han ido a ningún lugar. Ahí siguen para quienes los quieren tomar. ¿Tú los procuras? ¿O te es más fácil voltear al otro lado?-
Yo le pregunto a mis lectores: ¿Qué reacción hubiesen tenido sus padres si les hubiesen gritado “Estúpido(a)”?
Cuando escucho a esos padres que dicen: “Es que yo soy amigo de mis hijos” me dan risa y me dan lástima porque no se dan cuenta de algo en extremo importante:
Los hijos necesitan PADRES, guías y ejemplos… Ellos ya tienen amigos… y tú no eres uno de ellos.

José E. Urioste-Palomeque
www.theyucatantimes.com
Mérida Yucatán, México
Abril 04 de 2014

jueves, 22 de mayo de 2014

Breve apología de una amistad (Editorial para el Yucatan Times)

¿En qué momento te das cuenta que tus amigos ya no lo son? ¿Cuándo te das cuenta que lo que te queda en común con ellos es el hecho de que siempre fueron tus amigos? ¿Acaso será cuando la música calla y no quedan más copas por beber ni temas por hablar? ¿Cuándo no eres requerido más? ¿A menos que haya que prorratear una cuenta entre varios para que el precio no sea tan elevado y entonces sí se piensa en el ausente? ¿Será cuando se justifica la lejanía bajo el argumento de “ya no tenemos nada en común”?
Por supuesto que ya no es el momento de hacerte la pregunta o quizá ahora sea el momento ideal.
-¿Amigo mío, en donde estás? ¿Qué sucede contigo? ¿A qué debemos tu ausencia?-
Quisiera pensar que a un amigo le importa, ¿pero le importa qué? Todo lo que a su amigo atañe aunque sea estúpido o intrascendente que nunca lo debería ser… Si te interesa a ti, me interesa a mí.
Recuerdo esos momentos de niñez en que las cosas eran diferentes y pasábamos horas juntos, muchas de ellas acepto que sin hacer mucho de nada y qué divertido era aquello. Pasamos juntos experiencias que ni en tres vidas se pueden acumular.  Juegos, escuela, risas, mujeres, lágrimas y dolores. Dónde estabas tú estábamos los demás y viceversa. Era una amistad en la que no importaba si no tenías dinero o si no lo tenía yo…
Pero cambiamos. Nos volvimos “exitosos” en lo que hacíamos y cambiaron nuestras perspectivas y exigencias. Los juguetes se hicieron más caros, las borracheras más finas y el matrimonio para muchos se convirtió en estrategia para un correcto desarrollo de táctica.
Empezamos a “tomar bandos”. El bando de los exitosos, ese subgrupo para hacer negocios triunfantes, el bando de los amigos de las esposas con los que por supuesto hay que convivir… Eso sí, manteniendo el alto perfil, la máscara de la eterna felicidad y el “aquí todo está bien”.
Cambiamos en efecto… Solo que en vez de cambiar el mundo, el mundo nos cambió y pateamos aquellos sueños de juventud llenos de grandes planes e ilusiones de crecimiento conjunto, siempre apoyados haciendo unión y fuerza. Dejamos de encontrar atractivas las virtudes de cada uno para concentrarnos en las vicisitudes de cada uno. Caímos en el “establishment” y dejamos salir al gran empresario que llevamos dentro para ser aspirantes a magnates del nivel de Slim, más grandiosos que Hafid y por ende los vendedores más grandes del mundo. Terratenientes de especulación, escritores intrascendentes, pescadores deportivos o lo más bajo de todo, socialités... Conocidos de todos, amigos de nadie.
Hoy queremos hacer lo que no pudimos siendo más jóvenes. 
-Tic toc, tic toc...- Corre el cronómetro y nos preparamos para correr maratones, ejercitamos en exclusivos clubes privados y hablamos de mantener la actitud ganadora pero somos incapaces de transmitirlo y atraer a nuestros amigos con acciones y no con palabras. Vivimos gastando más pero teniendo menos.
-Sino, mira las hermosas y grandes casas en las que no siempre son bienvenidos aquellos a quienes en algún momento llamamos amigos.- 
Nos reunimos con frecuencia pero tenemos menos tiempo en lo individual para ese amigo de verdad y nos creemos expertos en la naturaleza humana del mismo. Somos sabios señores pasando juicios de expertos sin realmente sentarnos a razonar el por qué es más fácil compartir sonrisas, alcohol y buenos momentos que una hora para escuchar las “miserias” del amigo.
Qué razón tiene aquel que dijo que vivimos rápido, enojados, estresados, amando poco y odiando mucho. Dejamos de tomar en cuenta todas las razones por las que nos encantaba estar juntos para pensar en todas las razones de por qué mejor no estarlo.
Nos volvimos cínicos pensando: “Ha cambiado” y ¿sabes qué? Los que cambiamos fuimos otros.
Hoy me avergüenzo de mi actitud y de verdad, temí preguntarte: ¿Tienes con quien hablar? Temí preguntarte porque temía a la respuesta:  
-No, no realmente por miedo a dejar en el descubierto aquello obvio, ya que lo que se ve no se juzga.-
En efecto, lo que se ve no se juzga. Te encontré frustrado, débil, frágil, solo y pobre, de dinero y espíritu, acorralado, cansado, a punto de tirar la toalla.
Extraño a aquel roble grande y fuerte, amigo de sus amigos que cuando tuvo siempre dio, dinero y espíritu. Quisiera decirte que lamento tu cansancio y  tu soledad, que entiendo tus circunstancias, que te ofrezco una disculpa y te pediría, te rogaría que no tires la toalla. Aún hay al rato y un posible mañana.
Recuerdo y de manera dolorosa y lamentable aquella frase:
-Tú te alejaste, nosotros seguimos ahí.-
-Así es, siempre han estado ahí. Pero sin mí.-
Y es que aquel que se aleja, por lo general tiene razones para hacerlo porque como el animal herido, ya no se siente a la altura de quienes le rodean.

José Eugenio Urioste Palomeque
Mérida Yucatán, México
Agosto 12 de 2013