domingo, 28 de febrero de 2016

-Si hoy fuera el último día-


Nunca me gustó beber, jamás me gustó la sensación de mareo y pensamiento ligero de estar fuera de los sentidos… tal vez sea algo relacionado al control, del cual soy un aferrado. Es como estar borracho pero en tus sentidos y ser espectador del mundo a través de una realidad alterada.

Puedes pensar, lo suficientemente claro como para escribir, como lo estoy haciendo ahora, incluso aislarte del mundo con tus audífonos Beats Studio, como lo estoy haciendo ahora, escuchando la versión acústica de “Hotel California” que dista mucho de ser mi favorita de la banda, sin embargo, en verdad pocos logran mantener la perfección y maestría en voz y liderazgo como Glen Frey y Don Henley así como pocos logran acercarse a la perfección como Don Felder, Joe Walsh y Timothy B. Schmit. La canción ha terminado, otra comienza y con esta suenan las guitarras, el bajo y la cadencia que me trasportan a otro momento, a un lugar seguro cuando era muy niño y me sentaba a ver a mi papá tocar la guitarra… entra un “solo” de Joe, único, tiene todo su sello… es sublime y me dejo atrapar y cobijar por él, de nuevo soy un crío que atentamente observa a su padre tocar con destreza para él nunca antes vista. Mi mente de nuevo se enfoca, en este momento esa sensación se ha ido, me permite un minuto de lucidez real que no dura realmente mucho más y con la armonía de las voces cantando al unísono, complementándose, haciéndose una sola se dan las notas finales en perfecta unión.

Desde que empezó esto, me he preguntado una y otra vez ¿por qué yo? La realidad es que la respuesta es una sola… ¿Por qué no yo? Ignoro la condición, por momentos puedo… regresa e intento no pensar… si la ignoro si no se va, al menos puedo pretender que soy normal.
No sé cuánto quede, cuanto aguante, si aguantaré pero una cosa es un hecho… Me ha gustado mucho esta vida. Tuve una fortuna incalculable, incuantificable… Amor, pasión, sueños, esperanzas, ilusiones, experiencias… Una madre, un tío y un hermano que siempre estuvieron ahí para mí en las duras y maduras, una familia extraordinaria con unos primos y primas maravillosos, amigos de verdad con los que viví mil y un aventuras, unas llenas de felicidad y otras con desalientos. Tuve la fortuna que el amor siempre fue mi amigo y me favoreció por encima de otros, lo que me permitió obtener mucho más de lo que muchos otros obtienen amar y ser amado… tengo una mujer extraordinaria, unos hijos que han traído luz y calor a mi mundo, dándome propósito para alcanzar objetivos y empujarme fuera de mi zona de confort para no dejar de dar lo mejor de mí y música –MUCHA MÚSICA- que siempre me acompañó… aún cuando estuve solo y por ella nunca lo estuve realmente.

Recuerdo una nota qué leí en 2014 en el Huffington Post que se titulaba -Si hoy fuera el último día- y pienso por un momento… hoy es el día… más allá… sólo te quedan unas horas ¿Qué harías?
-Me fumaría un par de cigarros mientras me bebo un par de Guinness heladas, escuchando lo mismo a The Eagles que a Hall & Oates o a Bublé… -Así de ecléctico- mientras, le escribiría una carta de adiós a quienes les importo, haciéndoles saber que estoy tranquilo y que tal vez… nos volveremos a encontrar. Llamaría a mi madre y a mi tío, solo para conversar un momento y decirles que los quiero. Besaría y abrazaría a mis hijos, los arroparía en sus camas y los miraría dormir por un rato. Besaría a mi mujer, me perdería un momento en sus brazos respirando su aroma, sintiendo su calor. Me daría un buen baño, me afeitaría la barba, limpio a la perfección me vestiría con lo mejor que tengo para esperar a quien venga por mí. Sé que tendría miedo, así que tendría a Cachita conmigo. Pondría algo de música -Sinatra definitivamente- y me encendería otro cigarrillo. Me gustaría llevarme un libro conmigo pero son tantos los que quiero que no sabría cual elegir… Esperaría, impaciente como siempre he sido, ese último momento.
No dejo nada material, no lo tengo. Mi legado son mis hijos, las letras plasmadas en mi pobre intento de ser escritor y el árbol que planté. Me voy triste por dejar atrás lo que conozco pero me voy con muchísimo más de lo que muchos jamás, han soñado incluso con tener y una última cosa… antes de cruzar la puerta le daría gracias a Dios por todo.

Al final, comparado con un gran todo, no es importante lo que tengo o porqué me dio, pero una cosa es un hecho… ¡Que hermosa es la vida!

José E.Urioste Palomeque

Febrero 29 2016

martes, 12 de enero de 2016

-Del mito a la leyenda... Sinatra, 100 años-

Imagina un silencio incómodo… todo mundo en la oscuridad espera impaciente cuando de pronto, los reflectores del teatro se encienden, la gente se emociona, comienza a aplaudir y la sección de metales y percusiones de la orquesta revela lo que está por venir. Camina al escenario con su tradicional inmaculado tuxedo negro y la gente ¡se vuelve loca! En una mano un cigarrillo Camel sin filtro y frente a él un micrófono Neumann U47 al que le hace el amor con cada nota de cada canción. Es la entrada característica de una leyenda viviente –LA VOZ- El Presidente del Consejo, El viejo de los ojos azules… Frank Sinatra.


"That's life (that's life) that's what all people say
You're riding high in April,
Shot down in May
But I know I'm gonna change their tune,
When I'm back on top, back on top in June"



El pasado 12 de Diciembre, Frank hubiese cumplido 100 años de edad. La pregunta obligatoria que debemos hacernos es: ¿Qué hubiese hecho este ícono de la cultura pop moderna? Podemos suponer que muchas cosas… pero dos son posiblemente las más factibles. Una GRAN fiesta ya que si había algo que Sinatra sabía hacer, era estar de fiesta y por supuesto, como estar absolutamente feliz ya que si había algo que Frank amaba, era la vida y cada minuto de esta, tal como está registrado en el nuevo libro gráfico de su vida: "Sinatra, The Photographs, presentado el pasado 27 de Octubre de 2015, una obra de Bárbara Sinatra y Andrew Howick, un joven fotógrafo cuyo trabajo fue compilar un sinnúmero de imágenes de la leyenda que durante mucho tiempo permanecieron desconocidas para la mayoría de la gente.

El libro está escrito en estricto orden cronológico, empezando por una emotiva carta de Bárbara Sinatra a él, deseándole un feliz cumpleaños y diciéndole lo mucho que le hubiese gustado conocer al “viejo Frank” porqué –Nadie podía organizar una fiesta como el “viejo Frank podía.- y es que según su compañera, nadie disfrutó del amor y la vida, como el viejo de ojos azules, buscando siempre el lado simpático de las cosas.


De aquí viajamos hasta el año 1954, uno de los más importantes de la vida de Frank Sinatra ya que ese año ganó el Oscar por su participación en la cinta "From Here to Eternity"  (De aquí a la eternidad) situación que reviviría su carrera luego de una bola de tropiezos en los tempranos 50´s así como un sumamente desagradable divorcio en puerta. Su interpretación en la cinta fue tan memorable, que Columbia Records le ofreció un nuevo contrato y su relación con Ava Gardner, se estabilizó (Según varias personas el gran amor de su vida y por quien co-escribió la canción "I'm A Fool To Want You")
En este gran libro, podemos ver fotos de la pareja en sus mejores momentos. Ava solía decir: “La voz de Frank era tan especial, que me hacía llorar de felicidad… era como si frente a ti, estuviera la puesta de sol más perfecta.”  
Todas las fotografías muestran a un Sinatra fuerte, seguro de sí mismo, con una gran maestranza de su música y extraordinaria voz, tanto, que Bob Dylan públicamente expresó:
-CUANDO FRANK CANTÓ "EBB TIDE"  PUDE ESCUCHAR EN SU VOZ A DIOS, LA MUERTE Y EL UNIVERSO… ABSOLUTAMENTE TODO-

"Out of the tree of life
I just picked me a plumb
You came along and everything started to hum
Still it´s a real good bet... The best is yet to come"


En el siguiente capítulo del libro, vemos a Frank acompañado de otros inmortales: Dean Martin, Sammy Davis Jr., Peter Lawford y Joey Bishop con quien formó la más famosa “pandilla” de todos los tiempos, The Rat Pack y las fotografías dan testimonio de lo mucho que disfrutaban pasar tiempo juntos, ya sea en la preparación de un nuevo acto, jugando cartas o molestándose los unos a otros. "Fue la mayor acumulación de talento de ese período de tiempo" dijo Deana, la hija de Dean Martin, "Lo más increíble es que eran un grupo de amigos haciendo lo que amaban". Estaban en la cima de sus carreras y través de la magia de la fotografía que muta del blanco y negro al color, podemos ver esos impresionantes ojos azules más azules que nunca y somos testigos cómo se transforma el mito en leyenda.



"To think I did all that; 
And may I say - not in a shy way, 
"Oh no, oh no not me, 
I did it my way"




Sinatra, es el retrato perfecto de su esencia; el hombre que aprovechó cada momento, ya fuese de dolor o felicidad y siempre lo convirtió en algo mágico, increíble... al igual que su voz y su personalidad. En la primera página del libro hay una frase de Sinatra que dice: "Que todos podamos vivir hasta los cien años, y la última voz que se escucha sea la mía".

Bueno, cien años han sido querido Frank, y muchos, como yo, escuchamos tu voz todo el tiempo y mientras escribo esto, me tomo un descanso y pongo tres cubitos de hielo, dos dedos de Jack y un chorrito de agua en un vaso " old fashioned", dejo que la bebida repose durante un poco, no mucho, sólo lo suficiente para que los sabores se mezclen correctamente. Mientras, en mi viejo tocadiscos se rompe el silencio con las primeras armonías de la sección de metales y percusiones de la orquesta que revelan lo que está por venir… –LA VOZ- El Presidente del Consejo, el Viejo de los Ojos Azules… Frank Sinatra.

Feliz cumpleaños Frank... SALUTE, CENT’ ANNI!


J.Urioste
jeuriostep@hotmail.com


lunes, 5 de enero de 2015

¡Oh Dios!


Editorial para The YucatanTimes

Desde que el tiempo es tiempo y el ser humano hizo uso de razón, se ha planteado 2 preguntas fundamentales:
1.- La pregunta del Ser, intentando determinar por supuesto qué es el ser y la sustancia del mismo con mil y un otras modalidades que no son el tema de este escrito.
2.-  El motivo de este escrito… La existencia de Dios.
Tan es así, que a lo largo de la historia han existido una gran cantidad de dioses, a los que el ser humano rendía y rinde reverencia, devoción e incluso, hasta la actualidad, sumisión.
No es inusual desde un punto de vista histórico, que el ser humano tenga la imperiosa necesidad de creer, de tener un Dios o deidad que de sentido a nuestras necesidades espirituales, que nos de paz cuando no la tenemos, esperanza en los momentos aciagos y por supuesto seamos premiados por nuestras buenas obras.
Sin importar los tiempos o épocas, las divisiones geográficas y los aspectos psico-demográficos (Es decir: la clase económica, social, estilo de la vida, personalidad, gustos o disgustos etc.) una gran parte de la población mundial cree en un Ser Superior, que nos ofrece guía, consuelo, y protección en los peores momentos, nos librará del mal y al final de nuestras vidas, daremos cuenta de nuestras acciones y seremos premiados o castigados.
En la admisión de Dios como sustancia infinita, se plantea el problema de la demostración de su existencia, presentándose diferentes pruebas en diversos momentos históricos, pasando por el argumento ontológico de San Anselmo, a las 5 vías tomistas formuladas en la “Suma Teológica” de Santo Tomás de Aquino. Pero como todo, existe una contraparte que refuta tales pruebas, mismas que podemos encontrar en la obra de Marx quien alegaba que la existencia de Dios era un engaño para justificar el dominio de las clases sociales superiores sobre las inferiores, Feuerbach quien afirmaba que Dios no es sino una proyección del hombre, por lo cual, el hombre es Dios o Nietzsche en “La gaya ciencia” (Die fröhliche Wissenschaft) y “Así hablo Zarathustra” (Also sprach Zarathustra) con su famosa muerte de Dios.
Pero, regresemos al contexto original… ¿Existe Dios?
Uno de los científicos más respetados en la actualidad dice haber encontrado evidencia de que la acción de una fuerza “lo gobierna todo”. Ese es el físico teórico Michio Kaku considerado uno de los científicos más respetado y más importantes de la actualidad. Graduado de Harvard como el mejor alumno de física, con el grado “cum laude” en 1968, pasando después por el Lawrence Berkeley National Laboratory en la Universidad de Berkeley donde recibió el doctorado en Física, para después pasar por la Universidad de Princeton, autor de múltiples obras y profesor en el City College of New York. Sin lugar a dudas, un hombre con un currículo impresionante.
Kaku es uno de los creadores y desarrolladores de la “Teoría de Cuerdas” y afirma haber creado una hipótesis que puede apuntar a la existencia de Dios. Dicha información ha instituido una gran conmoción en la comunidad científica.
Para llegar a sus conclusiones, el físico hizo uso de un “semi-radio primitivo de táquiones” que son partículas teóricas capaces de “despegar” la materia del universo o el contacto de vacío con ella, dejando así todo libre de las influencias del universo que les rodea.
Aunque la tecnología para llegar a las verdaderas partículas de taquiones aún está lejos de ser una realidad, el semi-radio tiene algunas propiedades de estas partículas teóricas, que son capaces de crear el efecto de los verdaderos taquiones en una escala subatómica.
En palabras de Michio Kaku:
-“He llegado a la conclusión de que estamos en un mundo hecho por reglas creadas por una inteligencia, más compleja e impensable. Analizando el comportamiento de la materia a escala subatómica. Créeme, todo lo que llamamos casualidad hoy no tendrá más sentido. Para mí está claro que estamos en un plano regido, por reglas creadas y no determinadas por azares universales”.-
Sin mayor objetivo que poner en contexto lo dicho por Kaku, analicemos el sentir general de la humanidad.
De acuerdo a WIN/Gallup International empresa de consultoría estadounidense basada en investigación y famosa por sus encuestas de opinión pública, según su último estudio internacional “GLOBAL INDEX OF RELIGIOSITY AND ATHEISM” en 2012 muestreado estadísticamente en 57 países y con un margen de error de +/- 5.3% y un nivel de confianza de 95% arrojó como resultado que, solo el 13% de la población se identifica como atea (que no cree en la existencia de un dios) un 23% se considera creyente pero no religiosa y el 64% restante profesa una religión.
Según el United States Census Bureau y su reloj de población que puede ser visto en: http://www.census.gov/popclock/ indica, números más o menos que somos 7,214,281,700 de habitantes en el mundo. ¿Es esa cantidad de personas suficiente para preguntarnos por qué creemos en Dios?

Conforme hemos avanzado en la vía del conocimiento, hemos comprendido que ni el sol ni la luna son dioses, y gracias al conocimiento, hemos entendido que la tierra no es plana y que al final del horizonte no hay un gran abismo habitado por seres mitológicos. De igual forma, desechamos la teoría geocéntrica (El mundo no es el centro del universo) y hemos avanzado notablemente en cientos de miles de nuevos descubrimientos en el campo de la ciencia. Sin embargo, hay algo que no tiene avance y la humanidad se encuentra estancada, inmóvil como lo pudo estar hace cien o dos mil catorce años… No hemos avanzado con relación a la tolerancia religiosa y mares de sangre han sido derramados “en nombre de Dios”.
Ejemplos y momentos hay miles… Ya sea en Medio Oriente, África, Europa, América o Asia. No importa si ha sido por el Budismo, Taoísmo, Shinto o Catolicismo ni en épocas como la Edad Media con Las Cruzadas o en la conquista de América imponiendo a los nativos vencidos, como a los esclavos traídos de África el Catolicismo.
Hoy, en pleno siglo XXI leemos, escuchamos y lo que es peor, encontramos, fundamentalistas religiosos que aún interpretan sus “sagradas escrituras” a modo, y lo mismo encontramos a católicos intolerantes que condenan el protestantismo como a grupos cristianos que se escudan en su religión para atacar a los judíos bajo la antigua y falsa premisa que ellos “mataron” a Cristo, habiendo por igual judíos intolerantes a los musulmanes, que a su vez, en su ala radical han declarado una “Guerra Santa para defender y propagar el Islam con la fuerza si es necesario”… y como el círculo que no tiene principio ni final, regresamos al punto de partida y volvemos a empezar.

En la mayoría de las historias de los dioses, sean estas provenientes de Mesopotamia, Egipto, China, India, Los Andes Centrales, Norte Chico o Mesoamérica, así como en la tradición Judeo-Cristiana y Musulmana, existe un factor en común. Las deidades vinieron a la tierra y luego se fueron. Algunos sin dejar rastro, ni dar explicaciones de a donde regresaban, pero sí con una promesa… la promesa de que un día regresarían.
Habrá que preguntarnos… Si regresan ¿Qué pensarán de nosotros?

José E. Urioste Palomeque
Mérida Yucatán, México
Diciembre de 2014

Versión en inglés en:

Blog:



viernes, 19 de diciembre de 2014

Esa gente tóxica -Editorial para The Yucatan Times-

Esa gente tóxica
-Editorial para The Yucatan Times-

Todos conocemos al menos a uno. Esa persona que parece disfrutar de la miseria, la angustia, la amargura o la inestabilidad de los demás. Esa persona a quién cuando saludas en la calle o una reunión social -“¿hola cómo estás?”- Viene siempre una respuesta que va desde un simple -“No muy bien”- a un -“¿Haz subido de peso?”- o una desagradable historia sobre alguien que conocemos en común.
A esas personas tóxicas, en lo general, de una u otra forma los podemos evitar, sin embargo, el verdadero problema llega cuando la toxicidad viene de alguien sumamente próximo, como una amistad o un miembro de nuestra familia y dado que estamos en fechas de celebración, lo más probable es que tengamos que verlos, soportarlos o lo que es peor, caer en su juego, dejándonos arrastrar por la negatividad que emanan.
Pocas cosas son tan desagradables e incluso dolorosas como cuando nuestra propia familia o una amistad cercana son nuestros más implacables críticos y enemigos anímicos.

Por lo anterior, utilizando el método filosófico de la observación  he creado una pequeña pero eficiente lista de “especies” a evitar y las he categorizado según mi propio criterio científico que no tiene validez alguna. Esas personas son:

1.- EI (La) odia-todo.
Aquella persona que odia las fiestas decembrinas, patrias, festivales, carnaval (bien, acepto que yo odiaba el carnaval cuando estaba en Paseo Montejo pero ese es otro tema…) finales de fútbol, béisbol, evento cívico o social y que siempre tiene un comentario, en términos generales nada agradable para la gente que a diferencia de él o ella, encuentra la manera de pasarlo bien. Esta especie, por lo general, es endémica de la barra o lugar donde se encuentre el alcohol.

2.- El (La) Olímpico(a)
Aquella persona que sin importar lo que uno le cuente, él o ella ha vivido una experiencia o ha estado en una situación, SIEMPRE mejor o peor, pero SIEMPRE más grande que la que la que uno comparte. Si uno comenta que cocinando la cena de navidad se quemó el dedo, El/La Olímpico(a) responderá:
-Si tú supieras… ¡Yo me quemé la mano completa!...- Arrancándose con su historia, siempre grandilocuente, pomposa y mayor que uno estaba conversando. A esta especie, la encontramos en múltiples hábitats, siendo su favorito el Facebook donde por lo general, es lugar de sus múltiples discusiones bizantinas o intercambios de experiencias.

3.- La víctima.
Para esta persona todo está mal, todo es un problema, la situación está enconada, difícil, estéril. Este tipo de persona disfruta, quizá no de una manera consiente,  que los demás sientan pena, lástima, compasión o algo por el estilo hacia su persona. La realidad es que en términos generales, a todos ¡nos vale madre! Y no es falta de empatía, simplemente que todos ya de por sí tenemos problemas para además soplarnos los de otros.
En su muro de Facebook, encontrarás posteos acerca de lo triste que se encuentra, una selfie donde sale HORROSO(A) esperando que alguien le ponga -“Amigo(a) que bien te ves”- cuando todos, TODOS sabemos que nadie lo(a) tocarías ni con la mano de su enemigo.

4.- El/La Piadoso(a)
Siempre iniciando su punto con un: “Oye… me enteré que las cosas no han estado muy bien” “Siento muchísimo que hayas perdido tu trabajo” o cualquier cosa comparativa nunca positiva del tipo: - “Tu hermano, primo, suegro, entenado etc… tan exitoso y tú siendo tan buena persona, pasándola tan duro”- o lo que sea que haya acontecido en tu vida y que sabe de oídas. Esta especie es muy fácil de reconocer de tal forma que uno puede emprender la graciosa huída ya que es de quién recibes, por mail o Whattsapp esa cadena de “Los milagros de la Reliquia del Santo Prepucio de Jesús” que no puedes romper (so pena que si no lo mandas a todos tus contactos, TODAS las maldiciones habidas y por haber caerán en ti) ya que es para acabar con el hambre de los niños en África. En su Facebook postea cosas como: “Si crees que Cristo te ama, dame like” o en su defecto, subirá algo relacionado con la niña Elisa en la versión mexicana (Elisé en la francesa) a la que secuestraron en 2003, que en la versión 2007 necesita un riñón o que en la versión del 2009 la usaron para acarrear droga (siempre la misma foto).
Está a favor de los animales (digo yo también, pero no tapizo mi muro) y organizaciones pro perros, gatos, delfines, ballenas, focas, toros, loros, tigres, leones o niños maltratados Es la primera persona en ir a misa los domingos y hablar de la caridad cristiana para darse vuelta y lo que sea le hayas contado, lo convierta en toda una historia… la nueva versión de “Titanic”.
 
5.- El (La) Informado(a).
Nadie sabe más, conoce más o está mejor enterado de la vida, obra y milagro de la familia, cuadra, escuela, sociedad de padres de familia negocio, iglesia, club social y gimnasio que él(la) informado(a).
Su frase favorita es siempre: “¿Te enteraste/sabías que?”... y va el cúmulo de información no solicitado de las desgracias, arrumacos y encamadas (o descamadas) divorcios, arrejuntes, quiebres o tribulaciones de la gente que conocen en común o no… El punto es “enterarte” que no es lo mismo que ser chismoso. Esta especie se maneja por Whattsapp y privados de Facebook o Twitter ya que es renuente a obrar abiertamente.

Por lo anterior, en lo personal, he decidido dos cosas.
La primera, es que si soy uno de los antes mencionados, es momento de dejar de serlo.
Segundo. En esta navidad y lo sucesivo, si cualquiera de los anteriores me trata de enganchar, sin importar si es mi cuate, amigo, compadre, vecino, hermano, pariente lejano, socio, amigo o incluso mi padre confesor… No entraré en conflicto. Simplemente daré la media vuelta y sin mediar palabra me iré a otro lugar, ya que a mis 43 años recién cumplidos, he aprendido que uno no puede compartir sus grandes sueños con gente de mente chiquita ya que no encajará y tampoco puede uno permitir ser contaminado por gente que se nutre de lo malo que a uno deja.

A esa gente, es momento de sacarlos de nuestras vidas… O al menos yo, de la mía.

¡Feliz navidad a todos!

José Eugenio Urioste Palomeque

The Yucatan Times

jueves, 13 de noviembre de 2014

Por las calles de la Habana - Editorial para The Yucatan Times-

Hace mucho tiempo, alguien amablemente compartió conmigo una supuesta entrevista con Ernest Hemingway en la que expresó sus sentimientos acerca de los cubanos. Palabras más o menos decía lo siguiente:
-¿Por qué vive en Cuba?¿Que opina de los cubanos?-
 Su respuesta fue la siguiente:
-"Ah.... los cubanos”- (suspira)
“Los cubanos están en todo pero no son de nadie. Ni de ellos mismos. Beben en la misma copa de la alegría que de la amargura y hacen música de su llanto y se ríen de la música. Toman en serio los chistes y hacen chistes de lo serio. No creen en nadie y creen en todo. No se le ocurra nunca discutir con ellos jamás, los cubanos nacen con sabiduría. No necesitan leer libros, todo lo saben. No necesitan viajar, todo lo han visto. Son algo así como el pueblo escogido... por ellos mismos.
Los cubanos se caracterizan individualmente por su simpatía e inteligencia y en grupos, por su gritería y apasionamiento. Cada uno de ellos lleva en sí la chispa de los genios y los genios no se llevan bien entre sí, de ahí que reunir a los cubanos es fácil, pero unirlos es casi imposible.
No se les hable de lógica, pues eso implica razonamiento y mesura y los cubanos son hiperbólicos y exagerados. Por ejemplo, si invitan a uno a un restaurante a comer, no le llevan al mejor restaurante del pueblo sino al mejor restaurante del mundo.
 Cuando discuten no dicen: No estoy de acuerdo contigo; sino: Estás completamente equivocado.
 Los cubanos aman tanto la contradicción que llaman "monstruos" a las mujeres hermosas y "bárbaros" a los eruditos. Ofrecen soluciones antes de saber el problema ya que para ellos no hay problema. Todos saben lo que hay que hacer para eliminar el terrorismo, encauzar al país, eliminar el hambre, pagar la deuda externa o cómo llegar a ser una potencia mundial.
Ellos no entienden por qué los demás no les entienden, cuando sus ideas son tan sencillas y no acaban de entender, por qué la gente no quiere aprender a hablar español como ellos.
Me encanta Cuba por su gente.”-

No sé si dicho texto es real o no. Ni siquiera importa ya que era como leer acerca de mi propia familia.
Puesto que soy descendiente de cubanos, por ambos lados de mi familia, decidí que quería ver la Habana a través de los ojos de Hemingway y entender de dónde vino el amor por su segunda "patria".
Quería descubrir el sabor del aguacate, la piña y el mango de la forma en que él lo describió en su artículo publicado para la revista "Esquire" en el otoño de 1933.
Quería desayunar en uno de los cafés favoritos de "Papa Hemingway" en el centro de La Habana o caminar a lo largo del muelle en San Francisco, donde paraba su barco "Anita". Así que lo hice.
Fui de arriba a abajo; por dentro y por fuera, lugar por lugar... El Barrio Chino, Víbora Park, Santa Amalia, 10 de Octubre, Fontanar y Miramar, lo viejo y lo nuevo. Caminé la calle de San Isidro, el barrio de Atarés, los muelles y las colinas de Casablanca.
Crucé la bahía a pesar de la rigurosa seguridad del Estado opresivo, que controla el ir y venir de los barcos, así como aquellos que viajan a través, y pese a regaños y prohibiciones tomé fotografías.
En la orilla, me tomo una respiración profunda, y el olor de la arena y mar entra a mis pulmones, acompañados por el ritmo y la melodía de las olas rompiendo contra las rocas del embarcadero, salpicando su fresco rocío en mi cara y la lente.
Allí mismo, delante de mí, tras un muro no muy distinto al otrora de Berlín, la pretérita iglesia de "Regla", con su pintoresco parque y casas dispersas, arropadas por sus elevaciones adyacentes como lo hace una manta suave y esponjosa.
Me gusta hablar, hacer preguntas. Soy curioso por naturaleza y dentro de mí vive una bestia de gran apetito por la comprensión y el conocimiento. Este monstruo desea saber más, y yo siendo débil, sucumbo a su voluntad por lo que debe ser alimentado.
Sostengo diálogos intensos e interesantes con extraños a quienes nunca volveré a ver – Y cuentan con ello.- Por lo que se abren y confiesan, siendo entonces cuando las verdades son mejor articuladas. Claramente hablado... la triste realidad de Cuba se hace más evidente.
Muchos de ellos no saben que existe algo mejor, aquellos que si lo saben, nada pueden si no tienen como conseguirlo, por ende nada que hacer al respecto; aquellos que pueden, porque tienen algún tipo de medio para pagar por ciertas cosas, no siempre las pueden conseguir porque no siempre hay disponible. Así que, como Doña Evangelina me dijo: "aquí to´o está jodido"- (SIC)
De vuelta en las calles, caminando mi camino, llego al Vedado, a "Paseo" la calle donde vivían mi padre y el resto de la familia antes de salir de su país de origen a causa de la revolución. Contemplo la magnificencia de su entorno. Sus colores, su arquitectura, su lujo que sólo es comparable con la belleza y majestuosidad del Paseo Montejo en Mérida Yucatán.
Cierro los ojos y por un breve, fugaz momento. Viene una imagen, una idea; el pensamiento de cómo esta ciudad debe haber sido en su época de oro, en el momento de la opulencia y la libertad. No puedo evitar preguntarme qué habría sido de Cuba sin revolución.
Mucho es todavía desconocido para mí, pero estoy descubriendo cómo el pasado y el presente se encuentran y colisionan en un silencio por demás escandaloso, que sobrepasa a la mentira oficialista. Comprendo menos y me cuestiono aún más. Cuestiono la forma en que he vivido, cómo solía entender la vida... Hasta ahora.
La Habana es esa mezcla de lo que es, con lo que era. Su gente es feliz y agradecida de tener una barra de pan para el día, un aguacate o un dulce como postre. Aprecian lo que nosotros damos por sentado. Los que vivieron lo bueno, el entonces, recuerdan el pasado como una fábula, como una historia de algún otro lugar.
- "Son más de 50 años desde el triunfo de la Revolución" - dice Luis, de 48 años, casado y con dos hijas, doctor en economía que nunca conoció la Cuba de ayer. Sólo a través de anécdotas o la historia oficial del Estado. Cuando ejercía su profesión, obtenía un sueldo aproximado de $50 dólares americanos al mes. Ahora que Luis dirige un lugar turístico, gana entre sueldo y propinas cerca de $600 dólares mensuales que le han permitido una mejor calidad de vida para él y su familia.
Si la "máquina" o “goma” de Luis (así es como le llaman al automóvil y neumático) se rompe o pincha se mueve, busca como y recibe una reparación. Lo mismo aplica a casi cualquier elemento cotidiano. A diferencia de nosotros, ellos hacen que funcione.
Nosotros nos hemos convertido en una sociedad inútil, malcriada y consumista que afortunadamente tiene todo a mano. Hemos dejado de valorar las cosas y tomamos todo por sentado. Tenemos la suerte de no saber lo que la palabra "necesidad" realmente significa.

El neumático se ha ido, no es gran cosa, compramos uno nuevo, algo se rompe, simplemente lo reemplazamos. Es así de simple. Todo nuevo, todo reemplazable. Todo se compra y se vende. Eso incluye almas y voluntades, si el precio es correcto… pero eso es aquí y en Cuba.

Me voy de La Habana y me llevo conmigo su olor. Una mezcla de humo de tabaco, ron, café tostado, salitre y humedad. Me llevo sus imágenes como una pintura que esconde entre sus líneas y colores, amor compartido, sexo furtivo, soledad, necesidad y dolor sepultados detrás de una sonrisa, un brindis y un bolero.

Aquí, el tiempo cruel duro e implacable pasa para todos, pero no en Cuba, donde es igual de feroz y despiadado, solo que ahí no pasa, ahí se ha detenido.
  

José E. Urioste
jeuriostep@hotmail.com
Nov-14-2014
Mérida Yucatan, México





































viernes, 24 de octubre de 2014

"La moral… ese árbol que da moras". - EDITORIAL PARA EL PERIODICO THE YUCATAN TIMES -

 - EDITORIAL PARA EL PERIODICO THE YUCATAN TIMES -

“Cuando uno advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar sin temor a equivocarse, que la sociedad está condenada."

Esto fue escrito en 1950 por Alisa Zinóvievna Rosenbaum también conocida como Ayn Rand, nacida en San Petersburgo, otrora imperio ruso, un 2 de febrero de 1905 y ampliamente conocida por haber escrito “El manantial” y “La rebelión de Atlas” así como por haber desarrollado un sistema filosófico al que denominó «objetivismo» mismo que defendía el egoísmo racional, el individualismo, y el capitalismo “laissez faire” (cuya traducción significa “dejar hacer, dejar pasar”) y que en términos generales se refiere a la libertad en la economía. Es decir: libre mercado, libre manufactura, bajos impuestos, libre mercado laboral y mínima intervención por parte del gobierno.

Hoy podemos observar, 64 años después, que estas palabras aplican más que nunca. En México, somos rehenes del gobierno. Un gobierno que sin importar de que partido político emane, el resultado es exactamente el mismo. Para producir algo, se necesita obtener autorización de quienes no producen nada, el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores, los nuevos millonarios de México no lo son gracias a la industria, la tecnología, manufactura. No, las fortunas de la nueva clase de ricos de México, en su gran mayoría políticos, viene del soborno y tráfico de influencias más que por el trabajo, y lo más triste, es que las leyes no solo no nos protegen de ellos sino, por el contrario, ellos están protegidos contra nosotros, gracias a algo llamado “fuero constitucional” que los exime de ser detenidos o presos, excepto en los casos que determinan las leyes, o procesados y juzgados sin previa autorización del órgano legislativo al que pertenecen, lo cual nos lleva a la corrupción, misma que es bien pagada. 
Mientras tanto, nos encontramos con un país que sigue sufriendo de una violencia que no cesa ni da tregua, un absoluto estado de zozobra en lo económico, laboral y de seguridad pública. Tenemos cientos de desaparecidos TODOS LOS DIAS... aparte de los normalistas desaparecidos, que no serán encontrados por mucho que el Presidente diga que comparte la indignación de la gente de México y que la prioridad de su gobierno sea encontrarlos. 
Tenemos empresarios de todos los rubros buscando la manera de sobrellevar la crisis en la que nos encontramos, haciendo malabares para evitar despedir empleados y tratando de luchar contra reformas que hasta ahora no tienen ni pies ni cabeza aunque eso sí, el gabinete entero del Presidente y varios gobernadores dicen lo contrario. Para ellos estamos muy bien, “fais fais, beri gut, beri fain” en un inglés que dista mucho de ser oxfordiano. Luego les contaré acerca de Mérida y la burbuja que pronto reventará.

En palabras de Gonzalo N. Santos -"El Alazán Tostado"- hoy más que nunca en México podemos decir que: "La moral… es un árbol que da moras".

Mérida Yucatán, México
Octubre 24 de 2014

José Eugenio Urioste-Palomeque
jeuriostep@hotmail.com


martes, 14 de octubre de 2014

Three rocks of ice, two fingers of "Jack" and a splash of water

Three ice-cubes, two fingers of "Jack" and a splash of water.
His right hand gently held the "old fashioned" glass from below, preferably with a linen napkin, but he wouldn’t drink it immediately after it was poured. He liked to let the drink sit for a while for the flavors to blend. In his other hand, an unfiltered Camel cigarette, and in front of him, a Neumann U47 microphone he made love to with each song.
In the lobby there is an uneasy silence; in the darkness the public waits impatiently as the spotlights hit the stage.
I can see the scene in my mind, feel the atmosphere, savor the taste of that Jack Daniel ́s served to his exact taste, the smell of the cigarettes and suddenly, the silence breaks with the first harmonies of the brass and percussion sections revealing what is about to come, the entry of the voice... not just any voice –THE VOICE! – The Chairman of the Board, Ol ́ Blue Eyes... Frank Sinatra.

I love Frank ́s music because even in its melancholy he always sings about hope, about never giving up... there is always a positive message and there is always a reason to live. Maybe that is why his music has transcended musical genres, borders, languages, and generations and is still as relevant as when he was alive.

Robert Bisaccia, also known as Bobby Cabert, a childhood friend of Joe Pesci and the person who inspired his role in the movie "Goodfellas", had been an accomplished boxer before joining the mafia, where he rose to the position of “capo” in the Gambino family. Bobby had been convicted and was doing life for first-degree murder, but he fought that legal battle like it was his first time, as if this was his first day in prison, as if there was hope. Whenever Bisaccia felt sad or discouraged, he turned to Frank's music to lift his spirits and prepared to do battle once more. His favorite phrase was: “When the bell rings, you better get out there and fight.” 

Robert Bisaccia died in prison but never, never, ceased to fight, never ever, gave up, and never ever stopped listening to Frank. 

As I put three ice-cubes, two fingers of Jack and a splash of water in my "old fashioned" glass, I let the drink sit for a bit, not much, just enough for the flavors to blend properly, while my old record player breaks the silence with the first harmonies of the brass and percussion sections revealing what is about to come, the entry of the voice ... not just any voice  –THE VOICE! –  The Chairman of the Board, Ol ́ Blue Eyes... Frank Sinatra.
As I enjoy both Jack and Frank, I recall Robert Bisaccia alias Bobby Cabert’s favorite phase: “When the bell rings, you better get out there and fight.”