sábado, 31 de mayo de 2014

Luz y tinieblas

Quisiera acompañar el raudo vuelo 

del ave que se eleva a lo infinito
y proclamar allí, en potente grito
mi dolor y mi duelo.

Y al desahogar todo el dolor que encierra
mi pobre pecho adolorido y exhausto
descender velozmente de lo alto
y hundirme en las entrañas de la tierra.

Chiqui Gómez-Lubián Urioste
Marzo de 1955.


ADIOS

No pienses más en mí, soy sólo un hombre 

que busca su ideal desesperado,
que vaga solo repitiendo un nombre
y que no puede amar sin ser amado.

Perdóname el dolor que te provoco,
perdóname las falsas ilusiones
olvídate del beso tonto y loco
que acercó tanto nuestros corazones.

Terminemos así, con un suspiro,
como quien cierra un libro de poesía
que lo olvida después que lo ha leído
y se ha embriagado con su fantasía.

Es necesario terminar así,
sacudir el letargo de ese ensueño,
tú jamás te acordarás de mí…
yo seguiré el camino en pos de un sueño..

Chiqui Gómez-Lubián Urioste 1955

La dama blanca


La dama blanca besó mi frente
con beso casto, beso de hermano.
Besa la frente, la dama blanca
A los que deben morir temprano.

La sombra juega con mis cabellos,
pasa por ellos su negra mano,
con los cabellos juega la sombra
de los que deben morir temprano.

Extraña ansia siento en mi pecho,
mi mente intenta buscar en vano,
siento en mi pecho la extraña ansia
de los que deben morir temprano.

Nada me importa lo que suceda
de todo ello me siento ufano,
¡Lo que suceda que les importa
a los que deben morir temprano!

Chiqui Gómez-Lubian Urioste (+) 28 de mayo de 1957Agustín Gomez-Lubian Urioste

EL MISTERIOSO SEÑOR MARTINEZ

Hace unos días en una conversación me hicieron la clásica pregunta: Si pudieses tener la oportunidad de conocer un personaje, vivo o muerto y conversar con él ¿Quién sería?

Mi respuesta, David Martínez Guzmán dejó a los presentes desconcertados.
Su nombre, significa incógnita. No se sabe gran cosa de él aparte de ser uno de los financieros más importantes del mundo. Un hombre con gran capacidad de negociar siempre en búsqueda de una solución y que “Cuando da su palabra, no hace falta firmar nada”… En palabras del hombre que fue su mano derecha, Julio Herrera, actualmente en Oak tree Investments LLC.
 Pero ¿quién es este hombre?
Su nombre es David Martínez Guzmán, regiomontano de nacimiento y educado entre el Instituto Irlandés de Monterrey, el “Tec” y Harvard.
Cuenta la leyenda que trató de emplearse en varias de las más renombradas empresas regiomontanas siendo rechazado una y otra vez por qué en las pruebas hechas por estas, no consideraban que su personalidad fuese la “ideal”  para lo que estas compañías estaban buscando en cuanto a su capital humano. Para David Martínez estaba claro que no había un gran futuro profesional en Monterrey  por lo que consiguió un préstamo de un amigo de su padre para estudiar una maestría en Harvard y otro préstamo, una vez terminados  sus estudios, esta vez de su abuela y emprendió el viaje a Nueva York. En solo unos meses pagó los préstamos de vuelta con todo e intereses y jamás volteó a ver atrás.
Su nombre se ha filtrado a los medios en unas cuantas de ocasiones. Cuando lo relacionaron con la compra de la “Pintura Número 5” un cuadro abstracto del pintor Jackson Pollock que se vendió en subasta por 140 millones de dólares y cuando en 2004  su empresa, Fintech Media LLC, filial de Fintech Advisory, compró Cablevisión de Argentina en circunstancias poco claras que derivaron en acusaciones y juicios.
No se sabe mucho más de este hombre aparte de lo siguiente:
Sin importar donde esté en el mundo cada navidad regresa a casa para la cena con su madre y sus hermanas a quienes mes con mes, les hace llegar una generosa mesada, viaja en aerolíneas comerciales ya que no posee un avión propio, no usa equipo de guardaespaldas y cuando está en Nueva York en su departamento de Manhattan en  las sumamente exclusivas Torres Warner en la esquina suroeste del Central Park, adornando el lobby una monumental escultura de Botero y por el que pagó un precio de 42.7 millones de dólares, sale a caminar solo.
Actualmente vive en Londres ya naturalizado ciudadano inglés y muchos lo acusan de ser un oportunista que maneja “fondos buitres” que son aquellos que como los zopilotes, revolotean sobre empresas a punto de la muerte para entrar y adquirir a precios muy bajos para luego corporativamente resolver los problemas financieros y revenderlas ganando con márgenes sumamente atractivos. Capitalismo en su máxima expresión, sin embargo, Julio Herrera, dijo en una entrevista que ellos no son buitres, ni holdouts. Catalogan su empresa como un value investor o inversionista de valores con fondos privados que da liquidez a fondos o inversionistas. En pocas palabras inversionistas a plazo, dependiendo de cada situación. Un ejemplo de esto fue la compra de los pasivos de CYDSA, empresa regiomontana de la familia González Sada  que por cierto fuese una de aquellas compañías que le negó a Martínez la oportunidad de empleo en su juventud.
Se dice que su virtuosidad en el mundo del dinero es tan grande que David Martínez fue el autor de la renegociación de la deuda de Brasil que le demoró tan solo dos horas y ganó una comisión de 40 millones de dólares.
En definitiva lo reitero, si pudiese tener la oportunidad de conocer un personaje, vivo o muerto y conversar con él, este, sería el misterioso señor Martínez.

José E. Urioste Palomeque
jeuriostep@hotmail.com
Publicado por Diario de Yucatán
Agosto 24 de 2012

¡Mamá eres una estúpida! (editorial para el periódico The Yucatan Times)

Ayer por la noche, camino a mi casa paré en el Oxxo al lado del Cumbres a comprar unas cosas, en la caja mientras pagaba, escuché los gritos de un niño. Volteé a ver para encontrarme a una joven señora con la mortificación y vergüenza en el rostro, ya que en ese preciso momento en que dijo no a su hijo, por lo que fuese que este quisiese comprar, visiblemente agitado por la negativa le gritaba a su mamá “Estúpida”.

No pude sino sentir pena ajena por esa mujer, que no hizo absolutamente nada ante el fúrico embate de su hijo por pena o por ser creyente de esta, a mi ver, estúpida manera de pensar de la nueva generación de padres que no creen en la nalgada a tiempo y pretenden criar hijos que puedan diferenciar lo correcto de lo incorrecto con palabras que significan menos que nada para un infante por la simple razón que sus en esa etapa de inmadurez de sus vidas esas palabras carecen de significado entendible. La razón es simple:
De acuerdo a los estudios del neurocientífico norteamericano, Dr. Paul D. MacLean, en esencia, el cerebro humano consta de tres formaciones que incluso podríamos decir que funcionan como cerebros independientes. Cada uno de estos posee su propia “naturaleza” es decir su inteligencia natural y forma su propia subjetividad individual, sentidos de espacio-tiempo, recuerdo y memoria entre otras miles de funciones. Estos tres “cerebros” son el reptiliano, el límbico y el neocórtex, interconectados a nivel neuronal y bioquímico, controlando cada uno diferentes funciones de nuestro cuerpo y por supuesto de nuestro proceso de pensamiento, mente y aprendizaje.
El  cerebro reptiliano regula las funciones fisiológicas involuntarias y es el responsable de la parte más primitiva de reflejo-respuestaNo piensa, no alberga ni siente emociones, simplemente actúa. A este le debemos el parpadear, respirar, nuestra temperatura, el hambreo la sed y los impulsos sexuales reproductivos por nombrar algunos.
Por encima del reptiliano, tenemos el sistema límbico, que es aquel que almacena y guarda de nuestras emociones y recuerdos. En este se encuentra una amígdala, considerada la base de la memoria afectiva y entre sus funciones y motivaciones el miedo, la cólera, el amor y/o amistad por nombrar unas de sus funciones.
Por último, tenemos el neocórtex o “cerebro racional” que es quien permite tener conciencia absoluta y control de nuestras emociones, a la vez que desarrolla las capacidades cognoscitivas como: memorización, concentración, introspección, resolución de problemas, entre ellos la habilidad de escoger el comportamiento adecuado tanto a nivel fisiológico como emocional en el momento correcto. Para explicarme mejor, estos cerebros se agrupan en el primer y el segundo cerebro y se les conoce como “cerebro emocional inconsciente”; y al tercero, como “cerebro racional consciente”.
Regresemos a la mujer del Oxxo. Si yo hubiese llamado a mi madre estúpida, la respuesta de esta hubiese sido una buena nalgada o en su defecto una bofetada que quedaría perfectamente almacenada en mi primer y segundo cerebro, que es el emocional inconsciente. La siguiente vez que mi madre me diga no a algo, quizá me causaría molestia pero mi segundo cerebro, el límbico iniciaría un proceso de recuerdo de lo acontecido y mi primer cerebro el reptil, que no alberga ni siente emociones y simplemente actúa, lo haría en consecuencia. Es decir, no se repetiría un episodio como este dado que ya sé cómo terminará la historia. Lo aprenderé muy bien y cuando crezca y lo pueda razonar entenderé a la perfección porqué mi madre actuó de esa manera.
Si ella no actúa y lo deja pasar, en mis cerebros se grabarán toda clase de cosas que harán que yo sienta que me merezco todo, creará en mi un patrón de egocentrismo absoluto y por lo general, muy poca empatía con el mundo que me rodea.
Lamentablemente, actualmente podemos ver un fuerte patrón en esta generación de padres… “Yo no creo en agredir a mis hijos” “Yo no creo que la violencia sea una forma de educación” Y es correcto, se puede educar con firmeza y en efecto, la agresión y la violencia no son opción pero ¡hay que educar!... Qué equivocados están aquellos que confunden una cosa con otra.
Hoy vemos a una generación alejada de aquellos valores de respeto y educación que nos fueron inculcados por nuestros padres. Hoy los jóvenes llaman a los padres de sus amigos y amigas por su primer nombre… -¡“Hola Pedro”!-
Muy pocos mantienen la cortesía de llamar a las personas mayores por “señor o señora” y ni que decir de ceder una silla a una dama que se encuentra de pie.
¿Qué mundo les espera a nuestros hijos? ¿Un mundo donde impera la fuerza y donde eres tratado por lo que tienes y no por lo que eres? Si es así y tengo vida para entonces, creo que preferiré irme a vivir a una isla en medio de la nada.
Para aquellos que dicen: “Es que se están perdiendo los valores” quisiese responderles:  -No, los valores no se han ido a ningún lugar. Ahí siguen para quienes los quieren tomar. ¿Tú los procuras? ¿O te es más fácil voltear al otro lado?-
Yo le pregunto a mis lectores: ¿Qué reacción hubiesen tenido sus padres si les hubiesen gritado “Estúpido(a)”?
Cuando escucho a esos padres que dicen: “Es que yo soy amigo de mis hijos” me dan risa y me dan lástima porque no se dan cuenta de algo en extremo importante:
Los hijos necesitan PADRES, guías y ejemplos… Ellos ya tienen amigos… y tú no eres uno de ellos.

José E. Urioste-Palomeque
www.theyucatantimes.com
Mérida Yucatán, México
Abril 04 de 2014

jueves, 22 de mayo de 2014

Breve apología de una amistad (Editorial para el Yucatan Times)

¿En qué momento te das cuenta que tus amigos ya no lo son? ¿Cuándo te das cuenta que lo que te queda en común con ellos es el hecho de que siempre fueron tus amigos? ¿Acaso será cuando la música calla y no quedan más copas por beber ni temas por hablar? ¿Cuándo no eres requerido más? ¿A menos que haya que prorratear una cuenta entre varios para que el precio no sea tan elevado y entonces sí se piensa en el ausente? ¿Será cuando se justifica la lejanía bajo el argumento de “ya no tenemos nada en común”?
Por supuesto que ya no es el momento de hacerte la pregunta o quizá ahora sea el momento ideal.
-¿Amigo mío, en donde estás? ¿Qué sucede contigo? ¿A qué debemos tu ausencia?-
Quisiera pensar que a un amigo le importa, ¿pero le importa qué? Todo lo que a su amigo atañe aunque sea estúpido o intrascendente que nunca lo debería ser… Si te interesa a ti, me interesa a mí.
Recuerdo esos momentos de niñez en que las cosas eran diferentes y pasábamos horas juntos, muchas de ellas acepto que sin hacer mucho de nada y qué divertido era aquello. Pasamos juntos experiencias que ni en tres vidas se pueden acumular.  Juegos, escuela, risas, mujeres, lágrimas y dolores. Dónde estabas tú estábamos los demás y viceversa. Era una amistad en la que no importaba si no tenías dinero o si no lo tenía yo…
Pero cambiamos. Nos volvimos “exitosos” en lo que hacíamos y cambiaron nuestras perspectivas y exigencias. Los juguetes se hicieron más caros, las borracheras más finas y el matrimonio para muchos se convirtió en estrategia para un correcto desarrollo de táctica.
Empezamos a “tomar bandos”. El bando de los exitosos, ese subgrupo para hacer negocios triunfantes, el bando de los amigos de las esposas con los que por supuesto hay que convivir… Eso sí, manteniendo el alto perfil, la máscara de la eterna felicidad y el “aquí todo está bien”.
Cambiamos en efecto… Solo que en vez de cambiar el mundo, el mundo nos cambió y pateamos aquellos sueños de juventud llenos de grandes planes e ilusiones de crecimiento conjunto, siempre apoyados haciendo unión y fuerza. Dejamos de encontrar atractivas las virtudes de cada uno para concentrarnos en las vicisitudes de cada uno. Caímos en el “establishment” y dejamos salir al gran empresario que llevamos dentro para ser aspirantes a magnates del nivel de Slim, más grandiosos que Hafid y por ende los vendedores más grandes del mundo. Terratenientes de especulación, escritores intrascendentes, pescadores deportivos o lo más bajo de todo, socialités... Conocidos de todos, amigos de nadie.
Hoy queremos hacer lo que no pudimos siendo más jóvenes. 
-Tic toc, tic toc...- Corre el cronómetro y nos preparamos para correr maratones, ejercitamos en exclusivos clubes privados y hablamos de mantener la actitud ganadora pero somos incapaces de transmitirlo y atraer a nuestros amigos con acciones y no con palabras. Vivimos gastando más pero teniendo menos.
-Sino, mira las hermosas y grandes casas en las que no siempre son bienvenidos aquellos a quienes en algún momento llamamos amigos.- 
Nos reunimos con frecuencia pero tenemos menos tiempo en lo individual para ese amigo de verdad y nos creemos expertos en la naturaleza humana del mismo. Somos sabios señores pasando juicios de expertos sin realmente sentarnos a razonar el por qué es más fácil compartir sonrisas, alcohol y buenos momentos que una hora para escuchar las “miserias” del amigo.
Qué razón tiene aquel que dijo que vivimos rápido, enojados, estresados, amando poco y odiando mucho. Dejamos de tomar en cuenta todas las razones por las que nos encantaba estar juntos para pensar en todas las razones de por qué mejor no estarlo.
Nos volvimos cínicos pensando: “Ha cambiado” y ¿sabes qué? Los que cambiamos fuimos otros.
Hoy me avergüenzo de mi actitud y de verdad, temí preguntarte: ¿Tienes con quien hablar? Temí preguntarte porque temía a la respuesta:  
-No, no realmente por miedo a dejar en el descubierto aquello obvio, ya que lo que se ve no se juzga.-
En efecto, lo que se ve no se juzga. Te encontré frustrado, débil, frágil, solo y pobre, de dinero y espíritu, acorralado, cansado, a punto de tirar la toalla.
Extraño a aquel roble grande y fuerte, amigo de sus amigos que cuando tuvo siempre dio, dinero y espíritu. Quisiera decirte que lamento tu cansancio y  tu soledad, que entiendo tus circunstancias, que te ofrezco una disculpa y te pediría, te rogaría que no tires la toalla. Aún hay al rato y un posible mañana.
Recuerdo y de manera dolorosa y lamentable aquella frase:
-Tú te alejaste, nosotros seguimos ahí.-
-Así es, siempre han estado ahí. Pero sin mí.-
Y es que aquel que se aleja, por lo general tiene razones para hacerlo porque como el animal herido, ya no se siente a la altura de quienes le rodean.

José Eugenio Urioste Palomeque
Mérida Yucatán, México
Agosto 12 de 2013