Nunca me gustó beber, jamás me gustó
la sensación de mareo y pensamiento ligero de estar fuera de los sentidos… tal
vez sea algo relacionado al control, del cual soy un aferrado. Es como estar
borracho pero en tus sentidos y ser espectador del mundo a través de una
realidad alterada.
Puedes pensar, lo suficientemente
claro como para escribir, como lo estoy haciendo ahora, incluso aislarte del
mundo con tus audífonos Beats Studio, como lo estoy haciendo ahora, escuchando
la versión acústica de “Hotel California” que dista mucho de ser mi favorita de
la banda, sin embargo, en verdad pocos logran mantener la perfección y maestría
en voz y liderazgo como Glen Frey y Don Henley así como pocos logran acercarse
a la perfección como Don Felder, Joe Walsh y Timothy B. Schmit. La canción ha
terminado, otra comienza y con esta suenan las guitarras, el bajo y la cadencia
que me trasportan a otro momento, a un lugar seguro cuando era muy niño y me
sentaba a ver a mi papá tocar la guitarra… entra un “solo” de Joe, único, tiene
todo su sello… es sublime y me dejo atrapar y cobijar por él, de nuevo soy un
crío que atentamente observa a su padre tocar con destreza para él nunca antes
vista. Mi mente de nuevo se enfoca, en este momento esa sensación se ha ido, me
permite un minuto de lucidez real que no dura realmente mucho más y con la
armonía de las voces cantando al unísono, complementándose, haciéndose una sola
se dan las notas finales en perfecta unión.
Desde que empezó esto, me he
preguntado una y otra vez ¿por qué yo? La realidad es que la respuesta es una
sola… ¿Por qué no yo? Ignoro la condición, por momentos puedo… regresa e
intento no pensar… si la ignoro si no se va, al menos puedo pretender que soy
normal.
No sé cuánto quede, cuanto
aguante, si aguantaré pero una cosa es un hecho… Me ha gustado mucho esta vida.
Tuve una fortuna incalculable, incuantificable… Amor, pasión, sueños,
esperanzas, ilusiones, experiencias… Una madre, un tío y un hermano que siempre
estuvieron ahí para mí en las duras y maduras, una familia extraordinaria con
unos primos y primas maravillosos, amigos de verdad con los que viví mil y un
aventuras, unas llenas de felicidad y otras con desalientos. Tuve la fortuna
que el amor siempre fue mi amigo y me favoreció por encima de otros, lo que me
permitió obtener mucho más de lo que muchos otros obtienen amar y ser amado…
tengo una mujer extraordinaria, unos hijos que han traído luz y calor a mi
mundo, dándome propósito para alcanzar objetivos y empujarme fuera de mi zona
de confort para no dejar de dar lo mejor de mí y música –MUCHA MÚSICA- que
siempre me acompañó… aún cuando estuve solo y por ella nunca lo estuve
realmente.
Recuerdo una nota qué leí en 2014
en el Huffington Post que se titulaba -Si hoy fuera el último día- y pienso por
un momento… hoy es el día… más allá… sólo te quedan unas horas ¿Qué harías?
-Me fumaría un par de cigarros
mientras me bebo un par de Guinness heladas, escuchando lo mismo a The Eagles
que a Hall & Oates o a Bublé… -Así de ecléctico- mientras, le escribiría
una carta de adiós a quienes les importo, haciéndoles saber que estoy tranquilo
y que tal vez… nos volveremos a encontrar. Llamaría a mi madre y a mi tío, solo
para conversar un momento y decirles que los quiero. Besaría y abrazaría a mis
hijos, los arroparía en sus camas y los miraría dormir por un rato. Besaría a
mi mujer, me perdería un momento en sus brazos respirando su aroma, sintiendo
su calor. Me daría un buen baño, me afeitaría la barba, limpio a la perfección
me vestiría con lo mejor que tengo para esperar a quien venga por mí. Sé que
tendría miedo, así que tendría a Cachita conmigo. Pondría algo de música
-Sinatra definitivamente- y me encendería otro cigarrillo. Me gustaría llevarme
un libro conmigo pero son tantos los que quiero que no sabría cual elegir…
Esperaría, impaciente como siempre he sido, ese último momento.
No dejo nada material, no lo
tengo. Mi legado son mis hijos, las letras plasmadas en mi pobre intento de
ser escritor y el árbol que planté. Me voy triste por dejar atrás lo que conozco pero me voy con
muchísimo más de lo que muchos jamás, han soñado incluso con tener y una última
cosa… antes de cruzar la puerta le daría gracias a Dios por todo.
Al final, comparado con un gran
todo, no es importante lo que tengo o porqué me dio, pero una cosa es un hecho…
¡Que hermosa es la vida!
José E.Urioste Palomeque
Febrero 29 2016